Las Vegas, Nevada, 19 de Octubre. Tercer y último debate antes del gran día. Hay expectación y se respira en el ambiente.
Antes de intercambiar impresiones con Geovanny Vicente Romero, ya observamos indicios de lo que más tarde marcará el debate: Los candidatos no se saludan, la tensión es extrema.
Ella de blanco impoluto. Símbolo de transparencia, claridad y pureza. Nada está escogido al azar, Señores, estamos hablando del tercer y decisivo debate y ningún detalle de los candidatos es arbitrario o caprichoso. Hillary quiere dar una imagen intachable, inatacable. El blanco ayuda. Sus gestos siguen siendo seguros, confiados, con aplomo y empaque.
Su rival viste de oscuro y contrasta la corbata roja (al igual que en el último debate) uno de los colores de la bandera americana, pero que como sabemos está científicamente comprobado que es visualmente atractivo y tiene un poder magnético muy relacionado con aspectos neurosensitivos. Reiteramos, todo estudiado y medido.
El formato televisivo del debate favorece a Trump. Es mucho más estático, el atril los limita en el espacio físico y los mantiene moderados (algo que es más ventajoso para el candidato republicano que evita así sus excesos y su tendencia a la teatralidad).
El “Trump personaje” el que tantas veces ha sido acusado de populista, demagogo o de circo mediático ha estado mucho más comedido. Eso le hace ganar puntos, pero sin embargo su discurso fue, como ya nos tiene acostumbrados, vacío, errático y sin fundamentos sólidos. Más tendente a aplastar al rival que a brillar con luz propia.
Encontramos a un Trump (aunque con sus habituales gestos excesivos y muecas: ceño fruncido, ojos almendrados, boca apretada, serio y con rostro en ocasiones hierático) más relajado y comedido. Más político y menos personaje. Bien sea por consejo de sus asesores, bien sea por el formato del debate, en este caso hemos visto al candidato republicano menos impulsivo, temperamental y excesivo. Algo que lejos de restarle, le suma enteros.
En contraste se encuentra Clinton: relajada, sonriente, segura, y confiada. Transmite calma y empaque. Carismática y con madera de líder, acompaña con gestos medidos y discurso muy trabajado. A pesar de haber sido tachada de fría por los votantes, está relajada y parece cercana.
El discurso de Trump sigue siendo errático, con apoyo de datos incoherentes, declaraciones incorrectas e inexactas, acusaciones falsas, hasta tono paranoico ( ha llegado a insinuar 1.- que las elecciones están amañadas y que existe “un fraude electoral” “ya se verán los resultados” y 2.- “ que los actos violentos de sus campañas fueron provocados por Hillary” rozando lo surrealista).
Cuando oigo estas declaraciones de Trump me recuerda a un niño sin ideas, que debe aprender a brillar por sí mismo sin eclipsar ni opacar la luz de los demás. Su política es una política de contraataque a la defensiva, más que de argumentos y fundamentaciones razonadas y motivadas. Trump continúa con su política populista, en ocasiones demagoga, con unas propuestas inviables, que según los expertos de hacerse efectivas no podrían contentar a todos (no puede prometer bajar impuestos a todos y favorecer a todos los colectivos: ricos, pobres, trabajadores…) algo insostenible.
Pero pasemos a analizar el debate.
1.-Geovanny, ¿Crees que este debate ha sido decisivo? ¿Hemos visto algo nuevo? ¿Cuál dirías que ha sido el “top 5” de los temas más importantes debatidos esta noche?
Geovanny Vicente Romero (GVR): Antes que todo, considerando que no fue un debate que cambió de manera dramática el rumbo de las cosas, yo diría que más que decisivo vino a sellar con broche de oro la ventaja que Hillary ha construido sobre Trump. Es decir, ha servido como seguro de vida para la campaña demócrata. Realmente luego de una campaña electoral bastante abierta y frontal, donde hemos vistos escándalos que van desde la denigración sexista de Trump hacia la mujer, las supuestas mentiras de Hillary en torno a los correos electrónicos y después de dos debates anteriores bastante interesantes, pienso que quedó muy poco para el debate de esta noche. En lo personal, me quedo con el segundo debate que aunque lo ganó Hillary, Trump pudo recuperarse del primero para darnos la mayor sorpresa. Algo nuevo fue ver a Clinton imponerse con la palabra ante los llamados del moderador.
Este tercer debate, como he dicho es un seguro de vida para la campaña de Hillary, siendo más bien un encuentro reiterativo y repetitivo con un Trump citando nuevamente a Bernie Sanders en contra de Hillary, con la novedad de que también citó el comentario de John Podesta, jefe de campaña de Hillary. Además, Trump ha basado su discurso en el desglose de su slogan “América, grande otra vez” y en torno a esas cuatro palabras se pasa el 75 % del tiempo. En esta ocasión, Trump volvió a mencionar su cuestionado “respeto por las mujeres”.
Hillary por su parte, vuelve a citar a la familia del soldado Khan, el legado heroico en la guerra del senador John McCain, y a la jueza de la suprema corte de justicia Ruth Bader Ginsburg como blancos del ataque de Trump a lo largo de la campaña y opina que estos ataques no son hechos aislados sino el patrón de una conducta en “Donald”. Igualmente, Clinton como en debates anteriores, repite que “nosotros sabemos quién es Donald Trump y quienes somos como país”.
Desde mi percepción, los cinco temas que se destacaron fueron inmigración, economía (impuestos), Siria e ISIS, Wikileaks y las relaciones con Rusia.
Miriam Guardiola (MG): Concuerdo. No hemos visto novedades y sí más repetición de lo que ambos candidatos nos tienen acostumbrados. Ahondaré en mi “top 5” de temas de capital importancia que se debatieron en el encuentro:
.-Armas: Tema delicado donde los haya en un país con una cultura tan interiorizada de posesión y manejo de armas como es EEUU. Clinton afirma que se producen más de 33.000 muertes al año por armas (aunque muchas de ellas fueron por causa de suicidio). Trump ha acusado a Clinton de querer erradicar la Segunda Enmienda, cuando en su programa no se hace mención a la confiscación o prohibición de armas, sino al control de armas de personas con antecedentes penales, terroristas, enfermos mentales, criminales y aumentando la responsabilidad de los distribuidores
.-Aborto: Trump ha acusado a Hillary de estar a favor del aborto en el noveno mes de embarazo, algo que es completamente incorrecto.
.-OTAN: Para ser justos, Hillary ha estado desafortunada en sus declaraciones , ya que ha acusado a Trump de querer disolver la OTAN o escindir a EEUU de este organismo, cuando las declaración más ajustada es que Trump ha amenazado con no ayudar a terceros países que no paguen las deudas y cumplan con los compromisos económicos preestablecidos.
.- Las teorías de la conspiración de Trump: En una línea de desafortunada política, Trump, ha acusado a Clinton de “amañar las elecciones” y de “fraude electoral” y que si aceptará o no los resultados de las elecciones “lo verá en su momento”. También ha acusado de manera infundada la Clinton de que los actos violentos ocurridos durante su campaña habían sido “creados” y propiciados por el partido demócrata. También ha acusado a Clinton de “ofrecer amnistía general para todos los indocumentados” cuestión que no se ha probado.
Además de poco creíble o fundamentado, nos acerca a la idea o de bien un Trump inmaduro, inseguro y paranoico (que le resta credibilidad), o bien de un rival sin solidez suficiente como para afrontar críticas y fracasos y asumirlos como propias responsabilidades.
.- Economía e inmigración: Trump sigue alimentando la teoría del miedo, porque ni la Administración ni la economía de EEUU es tan caótica ni tan desastre como dice ser. Si algo ha caracterizado la política de Trump ha sido su intento alarmista .Pero su minada imagen de magnate y las sospechas que se ciernen sobre su entramado empresarial, han desvelado que no está tan capacitado para administrar la economía de un país, como nos quería hacer creer. Clinton por su parte ha sido un poco más exhaustiva, aunque no lo suficiente, pero ha dejado claro que quiere crear nuevos empleos y aumentar el salario mínimo.
En cuanto a la inmigración, Trump ha puesto de manifiesto que Clinton no estaba del todo en contra del Muro en la Frontera de México, a lo que ella respondió que no se opuso en las zonas altamente conflictivas, violentas y problemáticas. Clinton ha acusado a Trump de usar inmigrantes para construir su “Trump Tower” y de que si fuera Presidente su política para con los inmigrantes sería :“te quejas, te deporto”.
2.- Luego de un desempeño decente para Donald Trump en el segundo debate, y una ventaja de amplia que tenía Hillary de cara a este tercer y último debate de acuerdo a una nueva encuesta nacional, nos preguntamos: ¿Ha podido Donald Trump aprovechar su última batalla cara a cara para reducir esa ventaja?
GVR: Como he dicho anteriormente, el desempeño de Donald Trump ha venido mejorando desde el segundo debate y aunque en este tercer debate no le fue tan mal como en el primero, no es suficiente para recuperarse del desplome mediático que ha sufrido su campaña en las últimas semanas, donde vemos al candidato perdiendo el apoyo de muchos miembros tradicionales de su Partido Republicano y entrando en conflicto con el líder republicano de mayor influencia en la actualidad, el Speaker de la Casa de Representantes, Paul Ryan. A Trump le queda mucho terreno por recuperar y poco tiempo para realizar esa labor, solo tres semanas. En cambio Hillary irradia la seguridad que brinda su ventaja numérica y hoy demostró que esta lista para la toma de posesión al aparecer vestida de manera impecable del color de la Casa Blanca.
MG: Aunque lo he visto más cómodo y relajado y mucho más afortunado tanto en puesta en escena como en tono y discurso, Trump no ha sabido aprovechar esta ventaja. El peso del escándalo del vídeo sexista todavía hace daño y sus relaciones con Rusia le siguen perjudicando. Clinton ha dicho que “a Putin le agradaría que Trump llegara a la Presidencia porque quiere un títere”.
3.- ¿Con qué tres momentos estelares te quedarías y cuáles han sido las frases más impactantes de los candidatos?
GVR: Me quedaría con el momento en que Trump atacó a Hillary con los cables liberados por wikileaks en su contra y como la candidata demócrata sin responder a la pregunta, de manera inteligente se fue por la tangente al responsabilizar al Kremlin de estar conspirando en asociación con la organización de Julian Assange, para influir en los resultados de las elecciones americanas. Según ella, es una operación que se ejecuta desde el nivel más alto en Rusia. Clinton aprovechó la oportunidad de forma magistral para cuestionar el favoritismo de Trump hacia Vladirmir Putin y luego comprometió a su oponente al preguntarle que sí en un eventual gobierno suyo él apoyaría que Rusia realice este tipo de operaciones.
Sin duda, el tema Rusia-Putin-Wikileaks incendió el debate en términos de enfrentamiento directo, llegando Trump a llamar a Hillary “títere” y decir que el líder ruso es más inteligente que Obama y la propia Hillary. Más adelante en el debate también destacaría la inteligencia del dictador sirio, Assad, como cuando tienes una afición con los líderes extranjeros.
Otro momento que llamó mi atención fue el análisis de política belico-exterior que hizo Trump sobre la recuperación de la ciudad iraquí Mosul del control de ISIS, exponiendo su tesis sobre el fracaso de la estrategia actual de los Estados Unidos, donde Irán será el mayor beneficiario del resultado esperado. Cuando Hillary dijo que “vamos a vencer a ISIS”, Trump interrumpió diciendo que “ISIS nunca debió suceder. ¿Pueden creer lo estúpido que es el liderazgo de los Estados Unidos?”.
Definitivamente me quedo con el instante en que Clinton dijo que “Donald Trump está denigrando nuestra democracia”. Merece especial mención su frase sobre inmigración: “No enviaré padres lejos de sus hijos, no voy separar familias”.
4.- Miriam, en materia de manejo discursivo, solidez de propuestas al electorado y en cuanto a lenguaje no verbal (corporal) que nos mostró este tercer y último debate, surge la interrogante: ¿En este aspecto que vimos esta noche que no pudimos ver en los dos encuentros anteriores?
MG: En anteriores debates, el peso del encuentro había recaído en la economía, la inmigración, la comunidad latina, el terrorismo y los escándalos de ambos candidatos. En este debate, aunque han seguido teniendo protagonismo, creo que se ha ahondado de manera más profunda en otros temas como los arriba indicados: armas, aborto, y las “teorías de la conspiración” (acusación por parte de Trump de fraude electoral y demás conspiraciones contra la candidatura demócrata).
GVR: Como hemos mencionado anteriormente, vimos una Hillary Clinton con un manejo escénico impresionante sacando la mejor partida de sus herramientas oratorias como abogada de larga data al demostrar mucha seguridad, clase y prudencia a la hora de hacer sus planteamientos. Esta confianza en sí misma le ha permitido mantener un rostro fresco y sonriente en los tres debates y ha llegado a entrar en confianza con Donald Trump al siempre tutearle su nombre “Donald”. Esta sutileza le ha permitido dar golpes letales envueltos en cortesía a la rigidez y rudeza del rostro de Trump que en ningún momento regaló una sonrisa a los votantes. No pienso que el electorado haya variado mucho su percepción porque las propuestas de hoy son las mismas que vienen discutiendo los candidatos desde el primer día de campaña, como el plan republicano de reducir impuestos o la intención del bando demócrata de aumentarlos. Los llamados “indecisos” tienen tres semanas para decidirse.
5.- ¿A tres semanas de las tan esperadas elecciones del 8 de noviembre y después de tres enfrentamientos en televisión nacional, que nos queda por ver antes del certamen electoral? ¿Más escándalos? ¿Será el momento de jugar todas las cartas, incluyendo el fortalecimiento de la “campaña sucia?
GVR: No hay plazo que no se venza, hemos llegado a la recta final de este proceso y ha llegado el momento en el que sólo habrá una regla no escrita: no hay reglas. Todo se vale de ahora en adelante y veremos muchos escándalos en estas tres semanas, eso es seguro.
MG: Dados los escándalos con los que hemos tenido que librar en las últimas semanas (filtraciones de vídeos, correos y demás datos privados que desvelan asuntos políticamente incorrectos y bordeando la legalidad) no sería nada extraño encontrar cualquier dato que pudiera influir en la decisión de los votantes y dar un vuelco en el resultado de las elecciones.
6.- ¿Crees que el voto femenino va a ser decisivo para las Elecciones a la Presidencia?
GVR: El voto femenino está castigando al candidato republicano y consolidando a la demócrata y no es para menos, pues las conversaciones sexistas grabadas de Trump le están cobrando factura en ese segmento poblacional. Sera un hecho histórico por no decir un hito, ver una mujer presidente de los Estados Unidos. Hillary se uniría a un club exclusivo formado por Theresa May del Reino Unido y Angela Merkel de Alemania como países del primer mundo liderados por mujeres. Estas elecciones son tan cruciales como las del 2008 donde Estados Unidos tenía el dilema existencial de elegir el primer presidente negro o la primera mujer presidente, ya tuvo el primero, ahora veremos si se cumple lo segundo.
MG: El encuentro de nuevo se ha visto salpicado por los nuevos casos de acoso denunciados por mujeres que se vieron agravados con el escándalo sexista del que ya hablamos en semanas anteriores. Hace unos días, diversos medios nacionales se hacían eco de que según las encuestas, las estadísticas, los sondeos y los expertos, si la Presidencia dependiera exclusivamente del voto masculino, ganaría Trump por una mayoría importante. Sin embargo, los medios ponían el acento de que el voto femenino puede ser decisivo a la hora de otorgar una victoria a la candidata demócrata. Por eso creo que sí, el voto femenino será decisivo para la Presidencia de EEUU.
Hillary es una profesional preparada, altamente cualificada. Reputada profesional de reconocido prestigio como abogada, con una experiencia impagable que conoce la Casa Blanca y cuya trayectoria como primera dama fue incontestable. Es diplomática. Tiene tesón, prudencia, es sensitiva e inteligente y domina la oratoria de manera envidiable.
Por si todo esto no fuera suficiente, Hillary es una mujer ( y voy a remarcar esto, sería la primera Presidenta mujer de toda la historia de EEUU). Así que cuando pienso en Hillary como Presidente, siento que con ella ganan un poco todas las mujeres de EEUU y por extensión todas las mujeres. Por supuesto y sin ser simplista, ser mujer “per se” no es una cualidad de más o menos peso que ser un hombre.
Pero no nos engañemos, es tan consustancial al personaje y a la candidatura de Hillary como lo era ser afroamericano a Obama. Es una condición más de su persona que en este caso le añade un plus de confianza. Si ganara la candidata demócrata no sólo está ganando Hillary, estarían ganando todas las mujeres que sufren desigualdades, todas las mujeres que luchan y que han luchado por un trabajo y un puesto equitativo e igualitario, por las que lo tienen siempre más complicado en un mundo de hombres. Pero sobre todo porque le estaría ganando a un hombre que ha abierto más si cabe la brecha hacia las mujeres con sus comentarios sexistas, misóginos y vejatorios.
7.- ¡Por fin!… ¿Quién ganó el debate?
GVR: Definitivamente Hillary Clinton se lleva la victoria por aclamación y decisión unánime.
MG: Sigo opinando que Hillary aventaja con diferencia a Trump, aunque en los últimos debates nos ha sorprendido por su moderación, ajustando la diferencia con su contrincante.
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