Por: Eridania Bidó Fernández
Las organizaciones públicas por su propia naturaleza están en el deber de orientar la prestación de sus servicios para cubrir una necesidad o demanda de la población, en principio. Ahora bien, están en la obligación de que esos servicios se presten con calidad, y qué o quién determina la calidad de los mismos? Es una interrogante fácil de responder para quienes conocen los sistemas de calidad y su funcionamiento.
La calidad no la hacen los directivos, ni tampoco los empleados, sino qué está determinada por la opinión del ciudadano/cliente, para ello es necesario que las organizaciones definan herramientas que les permita
recoger la opinión del ciudadano/cliente, para de esta manera implementar las
mejoras necesarias en beneficio de este y de la organización propiamente. En ese orden, cuando se concibe
o crea una organización el fin de sus funciones debe ser cumplir o superar las
expectativas del ciudadano/cliente, a través de la prestación de servicios que
satisfagan las necesidades y esas expectativas.
En ese sentido, las organizaciones
públicas tienen una ventaja ya que los clientes vienen identificados en la base
legal que las crea y según las necesidades que surjan tendrán que ir
identificando otros grupos de interés. Se deben identificar clientes internos y
externos, recordar que la calidad no es definida por el gerente sino por el
ciudadano cliente y que la calidad es medida según la perciba quien recibe el
servicio.
Es oportuno resaltar la importancia
que tiene para las organizaciones conocer sus clientes o grupos de interés, ya
que muchas veces solo hacen énfasis en el cliente externo, obviando la
participación del cliente interno en la ruta de conseguir resultados de
calidad, en ese sentido, la voz del cliente tanto interno como externo, debe
ser escuchada, ya que un cliente interno satisfecho, se reflejará en la
satisfacción del cliente externo en relación al servicio prestado/recibido.
Para oír la voz del cliente y poder satisfacer sus demandas,
es sumamente importante desarrollar herramientas que permitan recogerla y medirla adecuadamente, y a partir de los resultados, implementar planes de mejora que contribuyan al
posicionamiento de la organización como una una de clase mundial, logrando la satisfacción de sus clientes.
Para esto se han desarrollado distintos modelos de gestión de calidad que ayudan al logro de esos
objetivos. Los mismos suelen ser complejos, pero a través de ellos se puede lograr la satisfacción de todos los clientes, conociendo que se dan
ciertas discrepancias entre lo que se espera y lo que se recibe, situación que dificulta que todos los ciudadanos/clientes sean satisfechos.
Como un mecanismo de apoyar la gestión y medir la satisfacción del cliente, están los modelos FQM, CAF, Malcom Baldrige y la ISO 9001:2000, dichos
modelos enfocan su atención en este aspecto. Los distintos sistemas para medir
la satisfacción del cliente toman en cuenta diversos factores o indicadores que
permiten conocer lo que esperan los ciudadanos a la hora de buscar un servicio
de calidad que satisfaga sus expectativas.
En el entorno de las organizaciones es
necesario analizar las necesidades y expectativas de los usuarios del servicio
para las tomas de decisiones a nivel gerencial. Se utilizan distintos métodos y
técnicas para llevar a cabo los estudios que determinan que es lo que esperan
los ciudadanos/clientes al momento de recibir un servicio.
Hemos visto diferentes herramientas de
medición de la satisfacción entre ellas, las técnicas de investigación social,
la cual se basa en dos paradigmas contrapuestos, cuantitativos y cualitativos,
otra metodología la constituye el análisis de demanda de expectativas de los
usuarios, el objetivo de esta es medir el nivel de satisfacción de los usuarios
con los servicios que prestan las organizaciones. Los distintos tipos de
encuestas utilizadas para conocer lo que quieren los ciudadanos/clientes al
momento de recibir un servicio, cuales aspectos le son de mayor importancia,
entre otros indicadores que ayudan en la elaboración de planes de mejora.
El conocer las necesidades y
expectativas del ciudadano/cliente es una oportunidad que les permite a las
organizaciones dirigir su estrategia a la consecución de objetivos positivos,
lo cual se retornará en reconocimiento público hacia sus servicios por parte de
los usuarios.
La
satisfacción del cliente es un término propio del marketing o empresa que hace
referencia a la opinión favorable que tiene un cliente con respecto a un producto
que ha comprado o un servicio que ha recibido, cuando este ha cumplido o
sobrepasado sus expectativas.
Siendo la satisfacción del cliente uno de los principales
determinantes para el éxito de una organización, es necesario medirla
constantemente para saber si se está logrando o si hay que aplicar mejoras a
los servicios ofrecidos a fin de obtenerlas.
"La calidad nunca es un accidente; siempre es el resultado de un esfuerzo de la inteligencia".
John Ruskin
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